Lena Paul apenas se vestía cuando estaba revisando la nevera. Nathan Red se molestó. Si sólo su padre sabía cómo se vestía. Lena ignoró este raro y fue a tomar una ducha. El agua caliente acarició su cuerpo mientras sus fantasías se volvían salvajes y sus dedos se deslizaban en su coño y culo. Nathan era un pervertido. En silencio se metió furtivamente en el cuarto de baño con su teléfono puesto a filmar. Ver a Lena tener fantasías salvajes era incluso más caliente que lo que estaba fantaseando. Lena abrió los ojos. ¡Ese sordos bastardo tard! Rápidamente lo agarró y le ofreció un trato: intercambiar el video por lo real. Comenzaron a hacer fuera bajo la ducha. Primero le dio una caliente mamada. Luego puso su pierna en la pared divisoria y él la cogió por la espalda. La giró y apretó sus grandes senos contra la puerta de cristal. Movieron la acción a la sala de estar. Mamada, cuchara, culo lamiendo, misionero, estilo perrito, ella cabalgando hasta que llegó en su rostro y en sus tetas. ¡Espere! ¡Eso no es todo! Lena metió los dedos en su coño y se metió en un clima salvaje